Ese momento que miles de impacientes pensaban que jamás llegaría por fin ha llegado. KVELERTAK irrumpieron con una violencia inusitada en el panorama rock en 2010, y desde aquel primer homónimo todo han sido halagos y premios para esta genial banda noruega que a muchos nos destrozaron los esquemas con tan sólo los 2 primeros minutos de "Ulvetid", aquel primer corte de su debut, que venía a ser un rotundo corte de mangas hacia todo lo establecido, y que recuperaba de algún modo la esencia de la música más áspera y reivindicativa, casi como emulando otros tiempos que nunca jamás conocimos. Este pack de seis consiguió sorprender y de lo lindo con su particular forma de fusionar el rock más sucio con otros estilos como el black metal o el ‘garage’ más cabrón de los 80's, y es por eso que en el fondo nadie queríamos un cambio demasiado pronunciado en su segundo disco, como así ha sido finalmente. "Meir" es el segundo trabajo de KVELERTAK, y aunque no se puede tampoco hablar de estancamiento, parece que este no va a ser un grupo de los que vayan a perderse en probaturas ni experimentos raros. Para eso ya están otros…
Los de Stavanger repiten formación e ideas en su segundo asalto, y seguramente esa sea la mejor noticia de todas, que casi nada ha cambiado a su regreso. Desde su reconocible ‘artwork’, obra de John Dyer Baizley (BARONESS), muy en la línea del primero dándole un colorido muy diferente a su paranoia de frenetismo musical, hasta por supuesto la pila de influencias que conforman este caos en perfecto desorden donde, de forma sorprendente, todo encaja a la perfección.
KVELERTAK juegan en "Meir" con la rabia de su rock furioso con alma de black metal y su actitud más marcadamente punk, dotando a su música de pequeños detalles que van diferenciando un poco unos temas de otros, aunque siempre con el mismo espíritu, que se conserva desde 2010, incluso desde su demo. De hecho, "Snilepisk" es un tema que aunque se ha re-hecho casi al completo, ya figuraba en "Westcoast Holocaust" (2007), síntoma de que siguen todavía bastante anclados a sus propias raíces, lo que desde luego no es malo. El papel de Kurt Ballou (CONVERGE) es más que fundamental en la producción, algo clave para desencriptar el sonido de este disco y también el del primero. De hecho, las similitudes entre la producción de "Meir" y cualquiera de los últimos discos de CONVERGE son muchas, y es que aunque KVELERTAK tiran más hacia el black metal y lo de CONVERGE tiene más que ver con el post-hardcore más salvaje, ambos grupos parecen hermanos sonando de un modo muy parecido.
Los de Erlend Hjelvik (descontrolado una vez más a las voces), diversifican un poco más en esta ocasión, y tan pronto recuerdan a los MAYHEM o DARKTHRONE más clásicos como nos asaltan con un riff a lo VAN HALEN o incluso GUNS N’ ROSES, todo pasando de 2000 por hora al medio tiempo casi sin que nos demos cuenta, tirando de melodías, estribillos corrosivos, y hasta de temas que, como en su último y homónimo tema "Kvelertak", suenan casi a himno con coros súper gamberros y partes muy coreables. Todo se magnifica en "Meir", y aunque no me atrevo a decir que estamos ante un disco mejor, sí que creo que estamos ante un disco que terminará siendo un poco más duradero que el primero.
Escuchado con detenimiento, ya en "Åpenbaring" KVELERTAK suenan desde el comienzo un poco más frescos y amables, como después en "Spring Fra Livet", combinando algunas voces limpias con un trasfondo marcadamente más melódico en la segunda guitarra de Vidar Landa, mezclándolo todo con blast-beats y efectos a las seis cuerdas que en este segundo corte especialmente rozan lo psicodélico y lo extravagante. Definitivamente "Spring Fra Livet" tiene un sonido totalmente distinto a nada que se haya escuchado antes, para no perdérselo. De entre los cortes que más sorprenden, destaco la anteriormente citada "Kvelertak", un himno compuesto con toda la intención que casualmente es donde más encuentro de rock clásico con unas guitarras bastante sobrias para tratarse de KVELERTAK. Destaco también "Bruane Brenn", primer single de este segundo disco, quizás porque me recuerda en parte al primero pero con una mirada bastante actual, muy a lo FOO FIGHTERS probablemente.
Caso aparte sería "Nekrokosmos", una canción larga y extraña que no por ello debe pasarse por alto. Es posiblemente ese tema un poco más "raro" que no tenía su homónimo y que le hace algo distinto, ese y "Tordenbrak", que con sus casi 9 minutos se mete en el cerebro desde la primera escucha como un tema que es fiel espejo del pequeño refinamiento del sonido KVELERTAK en este disco, mucho de melódico y cambios de ritmo constantes con subidones incluidos de forma sucesiva.
Excelente regreso discográfico de este fenómeno noruego, que seguirá dando que hablar y mucho durante los próximos meses como banda revelación que siguen siendo. Para amantes de la música orgánica, agresiva y desenfrenada. Les debéis una oportunidad.
"Rafabasa"
Canción favorita: Bruane Brenn
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