Género: Glam Metal/Hard RockDuración: 54:53 min.
Año: 2011
Formación:
Andrea "Andy" Buratto - Bajo
Federico "Fede" Pennazzato - Bateria
Andrea "Picco" Piccardi - Guitarra
Dave - Voz
¿Echas de menos discos como el album debut de Skid Row, el ‘Appetite for Destruction’ de Guns and Roses y el ‘Dr. Feelgood’ de Motley Crue? ¿Has encontrado en grupos como Hardcore Superstar o Fatal Smile parte de la esencia de esas bandas?
Pues deja un espacio libre en tu estantería, porque llegan Hell in the Club, con un disco bajo el brazo, que conjuga todos los ingredientes de las citadas bandas y los mezcla en un cóctel explosivo que no te dejará indiferente.
Y lo más sorprendente es que éstos chicos ni son estadounidenses, ni provienen de la prolífica escena musical nórdica. Ellos son de sangre mediterránea, se presentan desde la cálida Italia y lo más curioso aún es que sus raíces son netamente metaleras.
Andy Buratto, bajista de Secret Sphere, conocida banda italiana de power metal, quiso dar rienda suelta a sus inquietudes musicales, alejándose del estilo más metálico con el que se dio a conocer y formar una banda paralela de puro hard rock ochentero.
Para ello buscó la colaboración de Andrea Piccardi, guitarrista de Seventh One y de su compañero en Secret Sphere Fede Pemazato a la batería. A la hora de encontrar un vocalista no dudó en contar con los servicios de Dave Moras cantante de la banda de power melódico Elvenking con los que ya habían compartido escenario.
Y juntos han creado ‘Let the Games Begin’; La banda sonora perfecta si existiera un club de rock and roll en el mismísimo infierno...¿Nos tomamos una copa?
Una intro algo siniestra y oscura nos traslada hasta ese club con “Never Turn my back” y la voz de Dave, una mezcla entre Sebastian Bach y Jeff Keith, lleva la batuta en éste corte lleno de buen rollito, con un estribillo muy pegadizo y con mucha presencia de la guitarra de Andrea Piccardi llenándolo de infinidad de melodías.
Es el momento de tomarse el primer pelotazo de whisky y animarse porque llega “Rock down this place”, imposible quedarse parado y no ponerse a saltar con el estribillo, muy directo y potente, seguro que será un tema que arrasará en sus conciertos, ya que está lleno de detalles que les permitirán interactuar con el público. Es el primer tema que escuché de ellos en su myspace y enseguida supe que ésta banda era para mí.
“On the Road” es el corte elegido como single y del que se ha grabado un vídeo que dentro de poco podremos disfrutar. Un tema más relajado que el anterior, pero en el que hay que prestar atención a las buenísimas melodías de guitarra que tiene.
Vuelven los ritmos salvajes del rock and roll más callejero con “Natural born rockers”, una canción muy al estilo de los primeros Skid Row, sobre todo en los coros, ideal para volver a lucir nuestra chupa de cuero parcheada y perfecta para las nuevas generaciones rockeras dispuestas a comerse el mundo.
Lo más destacable de “Since you’re not here” es su estribillo altamente melódico y romanticón, porque los hardrockeros también tenemos nuestro corazoncito, ¿no? Buen punteo de Piccardi que demuestra una vez más su talento a las seis cuerdas y bonito falsete del señor Moras a continuación, pero sin abusar, ¿eh? Como debe ser.
Los dos siguientes cortes nos meten de lleno en el ambiente de nuestro club particular al que nos lleva la escucha de éste disco. Temas fiesteros, llenos de humo y alcohol, mucha marcha, mucha locura, estribillos gamberros, banda sonora de noches previas a una resaca monumental.
Pero no hay tiempo muerto porque llega la potente “No appreciation” aunque el mayor mérito es de los coros porque sin ellos se quedaría huérfana.
Es imposible escuchar el riff de “Forbidden fruit” y no acordarse del famoso “Dr. Feelgood”, ¿intento de plagio o toda una declaración de intenciones? ¿Quién sabe? Estribillo muy sugerente y sensual en el que podría ser protagonista la seductora chica de la portada. Y es que lo tienen claro, su filosofía es sex, drugs, and rock and roll.
Acústica y relajada comienza “Star”, en un principio algo sosa, para terminar rompiéndola muy acertadamente con las eléctricas y conseguir hacer una balada más que decente. Después de esto, los dos temas finales nos sacan de golpe del ambiente hard rockero que estábamos viviendo, sobre todo “Daydream boulevard” con unos toques funkys que a mí, personalmente no me gustan nada. Y “Don’t throw in the town” que no enseña nada nuevo que no hayamos escuchado de sobra y mejor ejecutado en los temas anteriores.
Sólo por éstos dos temas mi puntuación no pasa del notable, aunque iban por buen camino. Pero ‘Let the games begin’ es una buena carta de presentación dentro de un estilo que goza de buena salud hoy en día. Hell in the Club han querido subirse al tren y no dejarlo pasar, prometen shows muy potentes y llenos de diversión.
‘Let the games begin’...¿Te atreves a jugar?
Pues deja un espacio libre en tu estantería, porque llegan Hell in the Club, con un disco bajo el brazo, que conjuga todos los ingredientes de las citadas bandas y los mezcla en un cóctel explosivo que no te dejará indiferente.
Y lo más sorprendente es que éstos chicos ni son estadounidenses, ni provienen de la prolífica escena musical nórdica. Ellos son de sangre mediterránea, se presentan desde la cálida Italia y lo más curioso aún es que sus raíces son netamente metaleras.
Andy Buratto, bajista de Secret Sphere, conocida banda italiana de power metal, quiso dar rienda suelta a sus inquietudes musicales, alejándose del estilo más metálico con el que se dio a conocer y formar una banda paralela de puro hard rock ochentero.
Para ello buscó la colaboración de Andrea Piccardi, guitarrista de Seventh One y de su compañero en Secret Sphere Fede Pemazato a la batería. A la hora de encontrar un vocalista no dudó en contar con los servicios de Dave Moras cantante de la banda de power melódico Elvenking con los que ya habían compartido escenario.
Y juntos han creado ‘Let the Games Begin’; La banda sonora perfecta si existiera un club de rock and roll en el mismísimo infierno...¿Nos tomamos una copa?
Una intro algo siniestra y oscura nos traslada hasta ese club con “Never Turn my back” y la voz de Dave, una mezcla entre Sebastian Bach y Jeff Keith, lleva la batuta en éste corte lleno de buen rollito, con un estribillo muy pegadizo y con mucha presencia de la guitarra de Andrea Piccardi llenándolo de infinidad de melodías.
Es el momento de tomarse el primer pelotazo de whisky y animarse porque llega “Rock down this place”, imposible quedarse parado y no ponerse a saltar con el estribillo, muy directo y potente, seguro que será un tema que arrasará en sus conciertos, ya que está lleno de detalles que les permitirán interactuar con el público. Es el primer tema que escuché de ellos en su myspace y enseguida supe que ésta banda era para mí.
“On the Road” es el corte elegido como single y del que se ha grabado un vídeo que dentro de poco podremos disfrutar. Un tema más relajado que el anterior, pero en el que hay que prestar atención a las buenísimas melodías de guitarra que tiene.
Vuelven los ritmos salvajes del rock and roll más callejero con “Natural born rockers”, una canción muy al estilo de los primeros Skid Row, sobre todo en los coros, ideal para volver a lucir nuestra chupa de cuero parcheada y perfecta para las nuevas generaciones rockeras dispuestas a comerse el mundo.
Lo más destacable de “Since you’re not here” es su estribillo altamente melódico y romanticón, porque los hardrockeros también tenemos nuestro corazoncito, ¿no? Buen punteo de Piccardi que demuestra una vez más su talento a las seis cuerdas y bonito falsete del señor Moras a continuación, pero sin abusar, ¿eh? Como debe ser.
Los dos siguientes cortes nos meten de lleno en el ambiente de nuestro club particular al que nos lleva la escucha de éste disco. Temas fiesteros, llenos de humo y alcohol, mucha marcha, mucha locura, estribillos gamberros, banda sonora de noches previas a una resaca monumental.
Pero no hay tiempo muerto porque llega la potente “No appreciation” aunque el mayor mérito es de los coros porque sin ellos se quedaría huérfana.
Es imposible escuchar el riff de “Forbidden fruit” y no acordarse del famoso “Dr. Feelgood”, ¿intento de plagio o toda una declaración de intenciones? ¿Quién sabe? Estribillo muy sugerente y sensual en el que podría ser protagonista la seductora chica de la portada. Y es que lo tienen claro, su filosofía es sex, drugs, and rock and roll.
Acústica y relajada comienza “Star”, en un principio algo sosa, para terminar rompiéndola muy acertadamente con las eléctricas y conseguir hacer una balada más que decente. Después de esto, los dos temas finales nos sacan de golpe del ambiente hard rockero que estábamos viviendo, sobre todo “Daydream boulevard” con unos toques funkys que a mí, personalmente no me gustan nada. Y “Don’t throw in the town” que no enseña nada nuevo que no hayamos escuchado de sobra y mejor ejecutado en los temas anteriores.
Sólo por éstos dos temas mi puntuación no pasa del notable, aunque iban por buen camino. Pero ‘Let the games begin’ es una buena carta de presentación dentro de un estilo que goza de buena salud hoy en día. Hell in the Club han querido subirse al tren y no dejarlo pasar, prometen shows muy potentes y llenos de diversión.
‘Let the games begin’...¿Te atreves a jugar?
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