RUNNING WILD - The Revalry (1998)

Género: Heavy/Power Metal
Duración: 1:08:27min.
Año: 1998
Formación: 

Rock 'n' Rolf - Voz y Guitarra
Thilo Hermann - Guitarra
Thomas Smuszynski - Bajo
Jörg Michael - Bateria

 

The Rivalry es uno de los mejores discos de heavy metal clásico que recuerdo haber escuchado en la segunda mitad de los 90, y me alegro que así sea, ya que proviene de una banda que se ha mantenido fiel a una misma propuesta a lo largo de toda su carrera, por más que la suerte le haya sido esquiva. No tengo dudas que se trata de una banda que posee igual o más talento que muchos consagrados (voy a evitar hacer nombres aquí), sin embargo ha conseguido un éxito relativamente menor, que no se condice para nada con la calidad de sus propuestas, siendo este disco una fiel prueba de ello.

No encuentro más que elogios para este entusiasta trabajo, ni siquiera voy a reparar en el hecho de que varios son los temas con más de 6 y 7 minutos de duración, y alguno que supera los ´8:00 inclusive, ya que aun así, las canciones no aburren en lo más mínimo, lo cual habla de la calidad de estas composiciones.

The Rivalry ofrece un variado e irresistible menú para todos los amantes del heavy metal tradicional: riffs primitivos de estirpe clásica (Kiss of Death, The Poison), ritmos power metaleros con buenas dosis de caña para el personal (The Rivalry, Adventure Galley), composiciones grandilocuentes y guitarras solistas que dan forma a épicas melodías (Ballad of William Kidd, War and Peace), y muchos más detalles que hacen de este disco una obra de heavy-power metal ideal para los amantes del género.

Además, alguien que se hace llamar a si mismo Rock ´n´ Rolf no puede dejarnos sin algún tema de tinte más hard roquero, y este disco incluye dos joyas en esa línea, la cañera Man on the Moon, y la hímnica Fire and Thunder, con un riff principal que se apodera inmediatamente del oyente.

Trabajos como el que hoy repaso se disfrutan tanto que permiten recordar porque el heavy metal supo ser uno de mis géneros preferidos. No queda más que felicitar a Runnin Wild por el resultado obtenido, que no innova, pero añora, que no es poco.