Género: Hard Rock /Heavy Metal
Duración: 39:46min. Año: 1980 Formación:
Paul Stanley: Voz, Guitarra
Gene Simmons: Bajo, Voz Ace Frehley: Guitarra, Voz Peter Criss: Batería |
“Unmasked” es un álbum en el KISS jugaron, años antes de “Lick it Up”, con la posibilidad de mostrarse desenmascarados. El mini comic de la portada es un clásico, y parece anticipar ese chiste del tío feo que en carnaval no necesita ponerse una careta, le basta con una goma de oreja a oreja para llevarse el premio al mejor disfraz.
También es el disco con el que descubrí que la música Pop puede ser fascinante. Coincide con esa época en que Gene y Paul estaban bastante cansados de Ace y Peter, quienes no garantizaban cada día al entrar en el estudio que fueran a ser capaces de terminar la sesión de grabación. Curiosa esa situación similar al final de los 70 para dos bandas tan grandes como KISS y Black Sabbath. Ambas habían reinado, contaban cada una con seis discos de estudio excepcionales, pero se encontraban en un proceso de ruptura interna, en que los líderes deseaban dar un golpe al timón y deshacerse del lastre. Para Iommi era Ozzy, para Simmons y Stanley, el Gato y el Hombre del Espacio. En especial Peter Criss, en constante actitud de rebeldía, y cuya labor fue cubierta en gran parte por Anton Fig, batería de sesión habitual en unas cuantas grabaciones del cuarteto.
Una cosa es segura, por seguir con el paralelismo entre los neoyorkinos y los de Birmingham: “Technical Ecstasy” y “Never Say Die” no son malos discos, pero “Dynasty” y “Unmasked” son mejores. En el primero, la banda se acercó a la música de baile, lo cual no era extraño, si tenemos en cuenta que nadie ha sido capaz de hacer bailar a la audiencia como KISS, y el que discrepe en este punto es que no ha tenido la suerte de escuchar en vivo “Strutter”, “Rock n´Roll all Nite” o “Let me go, Rock n´Roll”. Y en “Unmasked” grabaron un formidable disco enteramente Pop, terreno en el que demostraron desenvolverse igual de bien que en los primeros trabajos, más hard rockeros. Y tampoco tiene nada de raro, muchos temas de esos álbumes tienen esa vena alegre y ligera, que queda de maravilla en piezas como “C´mon and Love Me”, “Flaming Youth”, “Hard Luck Woman”…
Y es que según se mire, componer canciones de Pop Music que trasciendan no debe ser tan sencillo. Sin restar méritos a los sonidos más duros, puede que grabar un disco lleno de furia y temas acelerados no sea tan complejo como crear una serie de piezas más reposadas y con menor volumen, artesanales, al estilo de unos Journey, o de grupos de los 90 como Urge Overkill, donde cada verso, cada sonido, cada nota de los teclados, cada estribillo, melodía o punteo de guitarra encajen en un resultado final tan atractivo como son los temas de “Unmasked”.
Que a lo mejor es más fácil ocultar los defectos, esconder la ausencia de verdadero contenido bajo una muralla de decibelios, como les ocurre a las bandas de chándal metal, por ejemplo.
El octavo disco de Kiss tiene once temas, la primera vez que grababan tantos en un solo vinilo, y quitando “Naked City” e “Easy as it Seems”, dos medios tiempos suaves, intrascendentes en el buen sentido de la palabra, llenos de juegos vocales, los demás componen un crisol de adorables, inofensivas y preciosas composiciones, toda una lección de aciertos con los mínimos recursos, y a cambio mucho entusiasmo e imaginación.
Tal vez la más conocida sea “Shandi”, que incluyeron en la gira de “Sonic Boom”, y que es un precedente de la también popular “Forever”, pero el comienzo con “Is that You?” es irresistible, con ese Paul tan juguetón. “Talk to me” y “You´re all that I want”, sin ser nada del otro mundo, te entran y te seducen como perfectos ejemplos del embrujo KISS, en “Torpedo Girl” contamos con Ace a las voces y una introducción funkie del bajo por parte del mejor Gene, el ecléctico y vacilón capaz de manejarse con cualquier ritmo, y que se luce también en “She´s so European”, una de las mejores del disco, con la habitual ración de rudeza y humor de muchas de las canciones del bajista.
En el tramo central tenemos “What Makes the World go´round”, “Tomorrow” y “Two Sides of the Coin”, perfectas, luminosas, maravillosas las tres. Son los temas más light y desenfadados de toda su carrera, con coros eufóricos, y un ambiente fiestero capaz de curar cualquier depresión. Escuchad ese solo de guitarra tan cándido de la primera, parece interpretado por un crío al que acaban de regalar una guitarra el día de la primera comunión, y lejos de quedar ridículo es una gozada.
Mencionar el habitual reparto en tareas vocales y de escritura de canciones, y que contaron con la ayuda de compositores ajenos. En “Naked City” intervino un guitarrista acreditado como Robert Kulick. El bueno de Bob rondaba por allí, le quedaba por ver como ocupaban el puesto Vinnie Vincent y Mart St John, pero terminaría ganando la partida y colocando a su hermano Bruce, a la larga el mejor solista a nivel técnico que ha pasado por KISS.
Las ventas de “Unmasked” fueron flojas en comparación con trabajos anteriores. Muchos fans que habían aceptado y disfrutado el enfoque pop de “I Was Made for Loving You” y “Sure Know Something”, rechazaron el sonido tan ligero del nuevo álbum, y Criss fue sustituido por Eric Carr al finalizar la grabación.
Absolutos genios, Paul y Gene se moverían a partir de aquí en terrenos distintos, pero si se dieran hoy el capricho de girar interpretando entero este álbum, ya veríamos si en la escena Pop encontraban a muchas bandas actuales capaces de hacerles frente.
También es el disco con el que descubrí que la música Pop puede ser fascinante. Coincide con esa época en que Gene y Paul estaban bastante cansados de Ace y Peter, quienes no garantizaban cada día al entrar en el estudio que fueran a ser capaces de terminar la sesión de grabación. Curiosa esa situación similar al final de los 70 para dos bandas tan grandes como KISS y Black Sabbath. Ambas habían reinado, contaban cada una con seis discos de estudio excepcionales, pero se encontraban en un proceso de ruptura interna, en que los líderes deseaban dar un golpe al timón y deshacerse del lastre. Para Iommi era Ozzy, para Simmons y Stanley, el Gato y el Hombre del Espacio. En especial Peter Criss, en constante actitud de rebeldía, y cuya labor fue cubierta en gran parte por Anton Fig, batería de sesión habitual en unas cuantas grabaciones del cuarteto.
Una cosa es segura, por seguir con el paralelismo entre los neoyorkinos y los de Birmingham: “Technical Ecstasy” y “Never Say Die” no son malos discos, pero “Dynasty” y “Unmasked” son mejores. En el primero, la banda se acercó a la música de baile, lo cual no era extraño, si tenemos en cuenta que nadie ha sido capaz de hacer bailar a la audiencia como KISS, y el que discrepe en este punto es que no ha tenido la suerte de escuchar en vivo “Strutter”, “Rock n´Roll all Nite” o “Let me go, Rock n´Roll”. Y en “Unmasked” grabaron un formidable disco enteramente Pop, terreno en el que demostraron desenvolverse igual de bien que en los primeros trabajos, más hard rockeros. Y tampoco tiene nada de raro, muchos temas de esos álbumes tienen esa vena alegre y ligera, que queda de maravilla en piezas como “C´mon and Love Me”, “Flaming Youth”, “Hard Luck Woman”…
Y es que según se mire, componer canciones de Pop Music que trasciendan no debe ser tan sencillo. Sin restar méritos a los sonidos más duros, puede que grabar un disco lleno de furia y temas acelerados no sea tan complejo como crear una serie de piezas más reposadas y con menor volumen, artesanales, al estilo de unos Journey, o de grupos de los 90 como Urge Overkill, donde cada verso, cada sonido, cada nota de los teclados, cada estribillo, melodía o punteo de guitarra encajen en un resultado final tan atractivo como son los temas de “Unmasked”.
Que a lo mejor es más fácil ocultar los defectos, esconder la ausencia de verdadero contenido bajo una muralla de decibelios, como les ocurre a las bandas de chándal metal, por ejemplo.
El octavo disco de Kiss tiene once temas, la primera vez que grababan tantos en un solo vinilo, y quitando “Naked City” e “Easy as it Seems”, dos medios tiempos suaves, intrascendentes en el buen sentido de la palabra, llenos de juegos vocales, los demás componen un crisol de adorables, inofensivas y preciosas composiciones, toda una lección de aciertos con los mínimos recursos, y a cambio mucho entusiasmo e imaginación.
Tal vez la más conocida sea “Shandi”, que incluyeron en la gira de “Sonic Boom”, y que es un precedente de la también popular “Forever”, pero el comienzo con “Is that You?” es irresistible, con ese Paul tan juguetón. “Talk to me” y “You´re all that I want”, sin ser nada del otro mundo, te entran y te seducen como perfectos ejemplos del embrujo KISS, en “Torpedo Girl” contamos con Ace a las voces y una introducción funkie del bajo por parte del mejor Gene, el ecléctico y vacilón capaz de manejarse con cualquier ritmo, y que se luce también en “She´s so European”, una de las mejores del disco, con la habitual ración de rudeza y humor de muchas de las canciones del bajista.
En el tramo central tenemos “What Makes the World go´round”, “Tomorrow” y “Two Sides of the Coin”, perfectas, luminosas, maravillosas las tres. Son los temas más light y desenfadados de toda su carrera, con coros eufóricos, y un ambiente fiestero capaz de curar cualquier depresión. Escuchad ese solo de guitarra tan cándido de la primera, parece interpretado por un crío al que acaban de regalar una guitarra el día de la primera comunión, y lejos de quedar ridículo es una gozada.
Mencionar el habitual reparto en tareas vocales y de escritura de canciones, y que contaron con la ayuda de compositores ajenos. En “Naked City” intervino un guitarrista acreditado como Robert Kulick. El bueno de Bob rondaba por allí, le quedaba por ver como ocupaban el puesto Vinnie Vincent y Mart St John, pero terminaría ganando la partida y colocando a su hermano Bruce, a la larga el mejor solista a nivel técnico que ha pasado por KISS.
Las ventas de “Unmasked” fueron flojas en comparación con trabajos anteriores. Muchos fans que habían aceptado y disfrutado el enfoque pop de “I Was Made for Loving You” y “Sure Know Something”, rechazaron el sonido tan ligero del nuevo álbum, y Criss fue sustituido por Eric Carr al finalizar la grabación.
Absolutos genios, Paul y Gene se moverían a partir de aquí en terrenos distintos, pero si se dieran hoy el capricho de girar interpretando entero este álbum, ya veríamos si en la escena Pop encontraban a muchas bandas actuales capaces de hacerles frente.
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