Duración: 39:28min.
Año: 2010
Formación:
Olof Wikstrand - Voz
Adam Zaars - Guitarra
Joseph Tholl - Guitarra
Tobias Lindkvist - Bajo
Jonas Wikstrand - Bateria
Adam Zaars - Guitarra
Joseph Tholl - Guitarra
Tobias Lindkvist - Bajo
Jonas Wikstrand - Bateria
Suecia debe ofrecer hoy por hoy uno de los mejores y más ricos panoramas musicales en lo que cocierne al metal y otros géneros afines. Enforcer es un excelente ejemplo de la sobresaliente calidad del heavy metal hoy producido en esas tierras.
Suecia se ha ganado un nombre en lo que concierne a metal extremo con su muy conocida escena de death metal, la segunda más influyente en la historia de ese género (luego de la de Estados Unidos). Sin embargo, también cuenta con una cierta tradición en lo que concierne a bandas de heavy metal más tradiconal y melódico, de los que el más conocido es Europe y la más destacada, Heavy Load. Desde inicios del siglo XXI, una nueva y muy nutrida escena de heavy metal se ha levantado con fuerza y ha renovado y nutrido esa tradición. Hoy comento un lanzamiento de una banda de la nueva generación; estos Enforcer ya habían tenido un debut hace dos años de la mano del mismo sello (los grandes Heavy Artillery, que tanto hacen por difundir y combatir por el auténtico metal), Into the night. Ese disco, desde el punto de visto de la ortodoxia, no tenía ni una mácula, sin embargo era, por su excesivo tradicionalismo, demasiado predecible y hasta aburrido. La verdad no esperaba mucho de esta banda en el futuro (incluso sus temas en la compilación "Speed kills ...again" no me gustaron). Pero, como por ahí está escrito, la vida es el terreno de lo impredecible. Este Diamonds es un autético éxito.
Los temas fluctúan entre un veloz hard rock y un heavy metal melódico de gran factura. Las guitarras son limpias y prudentemente matizadas con solos, que si bien no destacan por su originalidad, brillan por su pertinencia. La batería es contundente y precisa, el sonido tradicional de la percusión cumple con darle contundencia al trabajo. La voz, si bien algo dulcete por momentos, se compagina bien con la instrumentación. Lo mejor: el bajo, que sabe dotar a las canciones del espíritu de los grandes trabajos de los 70 de bandas como Kiss, Aerosmith o Gong.
Las piezas musicales son veloces y alegres, con algún guiño al glam, pero sin entrar de lleno en ello. A nivel compositivo, las letras giran en torno de las experiencias personales de una vida peligrosa y siempre al borde. Muy en la onda heavy de los ochentas. Pero cuidado, no es un disco en clave ochentera, vive mucho de los setenta pero a la vez se oye actual. La producción es clara y busca el sonido limpio (creo que una tendencia un poco más sucia, al estilo sleazy de Los Ángeles, le hubiese dado el toque final a este disco). Aconsejo oír el primer disco para comparar, notarán la asombrosa progresión de la banda.Temas recomendados: todos.
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